La concejal municipal de Potosí, Reyna Menacho, realizó una inspección en el Cerro Rico, donde constató la presencia de maquinaria pesada operando por encima de la cota 4.400, una zona considerada de alto riesgo y protegida por normativas ambientales. Aunque los operadores justificaron las labores como parte de la apertura de un camino, se presume que las actividades mineras continúan de forma encubierta en ese sector.
Durante el recorrido, Menacho advirtió que el progresivo descenso de la cota estaría siendo aprovechado para desviar óxidos hacia diferentes ingenios mineros, lo que genera serias dudas sobre el cumplimiento de las regulaciones vigentes. Esta situación ha encendido las alarmas entre autoridades locales y defensores del patrimonio, debido al impacto ambiental y al riesgo estructural que representa para el histórico cerro, símbolo de la ciudad de Potosí.
La concejal anunció que presentará un informe ante el Concejo Municipal y exigirá a las instancias competentes —como la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL) y el Ministerio de Minería— una fiscalización inmediata y transparente. “No podemos seguir permitiendo que el Cerro Rico sea vulnerado bajo pretextos”, declaró, subrayando la urgencia de proteger este patrimonio natural e histórico.